Un universo submarino de riqueza y color
La biodiversidad marina de Tenerife es un auténtico paraíso para los amantes del mar y la naturaleza. La combinación de corrientes oceánicas, un clima subtropical y la variedad de fondos marinos (rocosos, arenosos y fangosos) favorecen la presencia de una de las biodiversidades marinas más ricas del Atlántico. En este entorno, la vida marina se despliega en una paleta de colores y formas sorprendentes, convirtiendo a la isla en un destino imprescindible para buceadores, snorkelers y cualquier persona fascinada por el océano.
Especies y hábitats: una convivencia única
En los fondos rocosos de Tenerife abundan especies como la vieja (Sparisoma cretense), el mero (Epinephelus guaza), el abade, la salema, el sargo, el congrio y diversas morenas. Estos peces, junto a cabrillas, catalufas, rascacios, alfonsiños y cherne, forman parte de un ecosistema vibrante y diverso. Los fondos arenosos y mixtos son hogar de samas y pargos, bocinegros, brecas, besugos, herreras, chopas y corvinas. En los fondos de fango y arena, por su parte, se pueden encontrar salmonetes, chuchos (rayas), torpedos, angelotes (un tiburón plano típico de Canarias), cazones y la merluza canaria.
El ecosistema pelágico de Canarias, que incluye tanto especies oceánicas como costeras, alberga grandes migradores como el patudo, el rabil, el listado, el atún rojo y el atún blanco. Además, es posible avistar peces espada, peces vela, bonitos y barracudas, que completan el espectáculo marino para quienes exploran estas aguas.
Tesoros emblemáticos: tortugas y cetáceos
Tenerife es especialmente conocida por la presencia de la tortuga boba (Caretta caretta), aunque también pueden encontrarse tortugas verdes, laúd y carey, todas ellas en peligro de extinción. Estas tortugas encuentran en la isla un lugar ideal para alimentarse y descansar durante sus largas migraciones oceánicas.
El litoral sur de Tenerife es famoso por albergar una de las colonias estables de calderones tropicales (ballenas piloto) más importantes del mundo, reconocida como Patrimonio de Ballenas en Europa. Además de los calderones, se pueden avistar hasta 26 especies de cetáceos, incluyendo delfines mulares, cachalotes, orcas y rorcuales. Las excursiones de avistamiento, siempre con operadores certificados, permiten disfrutar de estos encuentros únicos respetando la distancia y el bienestar de los animales.
Un ecosistema frágil y protegido
La riqueza natural de Tenerife es también su mayor responsabilidad. Muchas de las especies marinas no son endémicas, sino que llegan gracias a las corrientes y la conectividad con otros ecosistemas atlánticos. Sin embargo, la presión humana, la pesca y la contaminación amenazan este equilibrio. Por ello, existen áreas protegidas como la Franja Marina Teno-Rasca, declarada Zona Especial de Conservación (ZEC) dentro de la Red Natura 2000, que cubre más de 69.000 hectáreas del litoral occidental de la isla y garantiza la protección a largo plazo de especies y hábitats clave.
Un destino imprescindible para explorar y conservar
Explorar la biodiversidad marina de Tenerife es sumergirse en un universo de colores, formas y encuentros inesperados. Tanto si eres aficionado al buceo, al snorkel o simplemente disfrutas nadando en aguas cristalinas, Tenerife te ofrece un espectáculo natural incomparable bajo la superficie del Atlántico. La conservación de este tesoro depende de todos: practicar un turismo responsable, reducir residuos y apoyar la pesca sostenible son pasos esenciales para que las futuras generaciones puedan seguir maravillándose con la riqueza marina de la isla.
¡Ven a descubrir y proteger este paraíso submarino único en el mundo!
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